Mi nombre es Vicente Pastor Delgado y voy compartir con ustedes una anécdota . Después de unos días emocionantes en Japón, finalmente llegó el momento de regresar a casa. Aunque estaba triste de dejar Tokio, estaba ansioso por volver a casa con Max. Sin embargo, mi viaje de regreso no sería tan fácil como esperaba.
Mi vuelo de Tokio a mi país de origen fue cancelado debido a un tifón en la región. Como resultado, me vi obligado a hacer una escala en Seúl, Corea del Sur. Lo peor de todo fue que el vuelo de Seúl a mi ciudad de destino también se retrasó debido a un problema técnico. Ya había estado viajando durante más de 24 horas y la espera en el aeropuerto estaba comenzando a frustrarme.
Finalmente, después de un retraso de varias horas, despegamos rumbo a mi ciudad de destino. Pero una vez que llegamos, la situación empeoró. Había una gran cantidad de tráfico en la carretera que conducía al centro de la ciudad, lo que hacía que el viaje fuera aún más largo. Empecé a preocuparme por Max, quien seguramente estaba esperándome en casa.
Traté de mantener la calma, pero después de horas atrapado en el tráfico, mi paciencia se estaba agotando. Fue entonces cuando recordé una historia que me contaron en Japón sobre la paciencia y la perseverancia. Un anciano le dijo a su nieto que la paciencia es como un árbol que necesita ser regado para crecer. El niño preguntó cuánto tiempo tardaría en crecer, y el anciano respondió: "Toda la vida".
La historia me hizo reflexionar sobre mi propia paciencia y perseverancia en el tráfico. Sabía que no podía hacer nada para cambiar la situación, así que decidí usar ese tiempo para escribir sobre mi viaje en mi blog. Comencé a escribir sobre mi experiencia en el aeropuerto y el tráfico, y cómo la paciencia y la perseverancia me habían ayudado a superar los obstáculos.
Finalmente, después de más de seis horas de viaje, llegué a casa. Max me recibió con su ladrido entusiasta y su cola moviéndose frenéticamente. Me sentí aliviado de estar en casa y de volver a la normalidad después de mi larga y cansada odisea.
Al final, aprendí que la paciencia y la perseverancia son clave para superar los obstáculos y que siempre podemos encontrar inspiración en nuestras propias experiencias. A través de mi blog y mi amor por Max, pude encontrar consuelo y una manera de expresar mi amor por los perros y la cultura japonesa.
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